A lo largo de los años, mi práctica se ha definido por la incesante exploración del dibujo. El tema central es singular, visceral y sin reservas: el sexo. He capturado su energía en todas sus formas: la humedad, la dureza, la dulzura y la inmersión total en la fantasía. Me he utilizado a mí misma como sujeto, explorando la identidad a través de la repetición.

Sin embargo, esta exploración no es unidimensional. De forma intermitente, la intensidad se desvía hacia terrenos más oscuros: dibujos suicidas, sangrientos y psicológicamente violentos.

Tenga en cuenta que estos dibujos se presentan sin un orden específico ni una curaduría formal; muchos fueron creados digitalmente. Acepto el caos inherente al formato de cuaderno de bocetos o diario, y los invito a considerar esta sección como mi diario de estudio virtual.

Esta colección refleja la complejidad del deseo y su profundo vínculo con el impulso de vida y el impulso de muerte, documentando un período crucial de búsqueda emocional e identidad.